domingo, 7 de septiembre de 2008

¿Seguiran Pensando lo mismo?

LA NACION
Política
Sábado 12.07.2008
Memoria y oratoria, dos cualidades que sorprendieron al mundo cultural
Escritores, filósofos, lingüistas y artistas plásticos dieron su opinión a LA NACION

Para el mundo cultural, el discurso de Cristina Kirchner fue coherente, concreto y bien estructurado. Sorprendieron la memoria y la oratoria de la Presidenta.
Muchas personalidades consultadas por LA NACION destacaron la fuerte presencia de la educación en el mensaje, y algunos consideraron una omisión grave que cuestiones fundamentales para la sociedad, como la economía y la inseguridad, estuvieran ausentes del discurso. Hubo coincidencia en la importancia de crear un ministerio para la ciencia y la tecnología.
El filósofo Santiago Kovadloff se detuvo en la impronta educativa del discurso presidencial. "Supo infundir a la educacion pública un papel imprescindible en la construcción de un ideal cívico y en el papel que el conocimiento debe desempeñar para la inserción de la Argentina en el mundo contemporáneo", reflexionó.
Ante la afirmación de Cristina Kirchner de que gobernará en respuesta a los intereses supremos y sin comprometerse con los intereses sectoriales (entre los que citó a los del sindicalismo), el filósofo observó: "¿Será capaz de hacerlo? Su esposo debe buena parte de sus posibilidades de haber sobrevivido como gobernante al protagonismo francamente patético que le otorgó al sector sindical".
Para el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Rubén Hallú, la política de la Presidenta es continuidad de la actual, aunque con la profundización de algunos aspectos: "Es fundamental que hayan transformado a la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación en ministerio".
La lingüista Ivonne Bordelois se sorprendió por la coherencia del discurso: "Impresiona que una persona que no lee un guión mantenga un argumento tan sostenido. Fue muy firme y poco emocional".
El diplomático de carrera y escritor Abel Posse destacó el espíritu positivo del discurso, pese a la grave omisión de los temas de seguridad, inflación, Indec y energía. "Las grandes cuestiones que nos preocupan no han sido tocadas de lleno. Hay cuestiones positivas, pero omisiones bastante pesadas. En cambio, insistió demasiado en el retorno al pasado", dijo Posse, para quien la falta de apuntes en temas tan variados hizo notar la calidad expositora de Cristina.
Algo parecido señaló el historiador Félix Luna sobre la ausencia de cuestiones puntuales. "Los temas abordados fueron los importantes, pero faltaron algunos, aunque no se le puede pedir que incluya todo", dijo, y advirtió que la serenidad y la buena dicción caracterizaron el discurso.
También el poeta y académico Horacio Salas se mostró impresionado de que no leyera. "Tiene un buen discurso como política avezada que es. Me interesó fundamentalmente cuando subrayó que uno de los pilares serán la educación y la ciencia. Esto me causó buena impresión", señaló Salas.
"Tiene gran capacidad de construcción intelectual. Llevó el hilo al improvisar el discurso, pero faltó la exposición de proyectos", dijo Pedro Simoncini, académico de Educación.
Para el ex rector de la UBA Guillermo Jaim Etcheverry, no es habitual escuchar a una alta autoridad del país improvisar, durante un lapso prolongado, un análisis de los problemas que enfrenta la Argentina. "Hace tiempo que no se exponía con tanta claridad que los maestros deben saber más que sus alumnos, que éstos deben realizar más esfuerzos y que la familia debe apoyar esa tarea común", expresó.
En senda contraria se posicionó el escritor Marcos Aguinis, quien precisó que el tono de la Presidenta se pareció al de una maestra enojada. "Me hizo pensar en el tono de una maestra autoritaria que reta a los alumnos", sentenció.
El artista plástico Guillermo Roux fue muy contundente: "Se esté o no de acuerdo, dice lo que piensa y uno sabe a qué atenerse. Eso me parece valioso. No recurrió a formulismos y evitó hablar de temas ambiguos que suscitan opiniones generalizadas".
Respecto a la referencia de la Presidenta al problema con el Uruguay, Roux agregó: "No era ni la oportunidad ni el lugar para hacerla".
Para la escritora María Rosa Lojo, el énfasis en ciencia, educación pública y tecnología es fundamental e imprescindible. "Me gustó la convocatoria a la sociedad para poner en valor el esfuerzo en el campo educativo. No sólo mayor presupuesto, sino interés y trabajo por parte de los alumnos", dijo a LA NACION.
Con ella coincidió Pablo Jacovkis, ex presidente del Conicet: "Veo con profunda zozobra que los padres mandan a sus hijos a la escuela privada, no por una elección, sino por tener dinero y porque la enseñanza pública ha decaído".
Por Nathalie Kantt De la Redacción de LA NACION

No hay comentarios: